Dra. Lourdes Becerra

Mi Historia y el cambio

Dicen que no cambias por experiencias ajenas, cosa que considero totalmente cierto. Lo sé porque lo he vivido, no sólo una vez sino en incontables veces. Siempre piensas que las cosas no te sucederán a ti porque piensas que tu cuerpo lo aguanta todo, que puedes con todo. Hasta que en el 2016 mi cuerpo comenzó a darme avisos de que algo no iba bien. Avisos que ignoraba o prefería ignorar porque eres autónomo y no puedes permitirte enfermar. Comenzaba con la clínica y debía seguir y no puedes parar. Pagos, créditos, estrés, etc. Mi cuerpo seguía dando sus avisos- Pérdida de peso, cansancio, dolores, diarreas, gases, acné, pérdida de cabello, cambios de humor y mucho más… Así que decidí ir al médico y me hicieron pruebas de intolerancia, endoscopia, colonoscopia y exámenes de sangre… y la conclusión…: Los exámenes están bien. ¡No tienes nada! … Y yo preguntaba: ¿pero, porque me siento así? No sabían que responder ni cómo evitar los síntomas.

Y ese día llegó… Llegó ese día en que, viendo mi mano derecha, ví una mancha blanca muy característica en el pulgar. Y cuando la vi, supe perfectamente que era. Tenía vitíligo.

Ahí comenzó mi largo y eterno viaje de médicos, dermatólogos y endocrinos. La respuesta siempre era la misma. LAS ENEFERMEDADES AUTOINMUNES NO TIENEN CURA. Te recomiendan tratamientos que no van a la raíz del problema, caros y no personalizados. Ya está. Tu enfermedad continua y la medicación no lo soluciona.

Por suerte, siempre he sido una persona que me gusta informarme, aprender y que cuestiono o contrasto la información. Me gusta buscar el porqué de las cosas y cómo mejorarlas. Así que compré libros, busqué información en internet y fui conociendo más y más de lo que me pasaba y sigue pasando en mi cuerpo, en mi mente, en mí en general. Qué exámenes de sangre debía solicitar, qué valores buscar, tipos de alimentación, suplementación, tóxicos, EMF, virus, parásitos, BPA, metales pesados.

Así que en esta búsqueda llegué a información de la boca y las infecciones ocultas, la toxicidad del flúor y amalgamas entre otras. Cosas que siempre nos habían enseñado que eran seguras, tanto por asociaciones, universidades y eminencias. Yo llevaba 3 amalgamas desde que tenía 14 años, usaba flúor y aprendí que el vitíligo y Tiroides Hashimoto entre las posibles causas están los metales pesados e infecciones ocultas, la toxicidad de flúor, entre otras más. Yo he estado muy expuesta a metales pesado por mi profesión. Así que se abrió antes mi otro mundo, otra manera de entender mi profesión y las repercusiones de esta sobre nuestro cuerpo. Busque una clínica que hiciera el retiro de amalgama de manera segura y con el protocolo que he seguido y la alimentación y los cambios venido habiendo.

Me estoy regimentando y mis tiroides funcionan mucho mejor. Así que sé de primera mano, que tú cuerpo te da avisos que no deberías ver como normales y que quieres ignorar. Si a tu cuerpo le das lo que necesita y remueves lo que le interfiere y le hace daño, él te responderá. Nunca es tarde para lo para una mejor salud y sentirse bien.

Fue por todo esto que decidí aprender y hacer el cambio y ejercer la Odontología biológica y poder ayudar a tantos cómo yo, quienes están determinados a mejorar su salud y que no se conforman con un ¡NO HAY NADA QUE HACER! ¡NO HAY CURA!